Quién no ha soñado con tener el genio de Hannibal Lecter o la frialdad de Terminator?, yo sí. Máquinas superinteligentes, asesinos seriales o femmes fatales. Los villanos del cine son quienes muchas veces se llevan la película y hasta el Oscar, por eso, no nos queda más que gozar con la maldad de los miembros más distinguidos de esa oscura cofradía, para la que no hay bien que dure cien años ni malvado que lo permita. Es por ello que los villanos son maquiavélicos, impúdicos y algunos un poco violentos; sus actos contravienen la moral y los principios elementales de la convivencia pacífica; su labor es atormentar a los espectadores con sus infamias, pero las películas no serían lo mismo si fueran de otra forma. Los dejo con una pequeña selección de los mejores.
20 - Gabriel Lima, Claudio Brook, en El castillo de la pureza (1972), de Arturo Ripstein.
La cinta narra el patético caso de un hombre insano –¿ustedes bautizarían o registrarían a sus hijos con los nombres de Utopía, Porvenir y Voluntad?– que pretende lograr la pulcritud moral de su descendencia a través de la explotación y la privación de la libertad. Jorge Ayala Blanco, autor de La fugacidad del cine mexicano, entre otros títulos, considera que el papel interpretado por Brook “es un antihéroe melodramático, una caricatura con la que nadie se puede identificar”.
19 - Agente Smith, Hugo Weaving, en The Matrix Reloaded (2003), de Larry y Andy Wachowski
El agente fue creado para eliminar a los humanos rebeldes que entran en Matrix. Su misión más importante es conseguir los códigos para ingresar en Zion, el último refugio humano, y destruirla. Ernesto Sánchez, crítico cinematográfico del periódico Reforma, piensa del villano que “su significado figurativo es el del mal multiplicado… una fuerza más grande y poderosa que la del bien, ante la cual –desde un punto de vista pesimista sobre el futuro– estamos destinados a sucumbir por el avance de la tecnología”.
18 - El Jaibo, Roberto Cobo, en Los olvidados (1950), de Luis Buñuel.
Está desprovisto de cualquier rasgo de bondad, y su principio rector en la vida es “hacer el mal, sin mirar a cuál”. Prófugo de una institución correccional, regresa a su barrio para ejercer su maliciosa influencia sobre un grupo de chamacos transitan inconscientemente por la delgada línea que los aparta de la delincuencia. Carlos Monsiváis, escritor y cronista, ha dicho que “El Jaibo es la presencia de la falta de escrúpulos… resultado de la pobreza y de la venganza sobre los pobres”.
17 - Antonio Salieri, F. Murray Abraham, en Amadeus (1984), de Milos Forman.
El odio gratuito de este intrigoso músico hacia W. A. Mozart le envenenó el corazón desde pequeño, y al conocerlo personalmente se incrementó. Irritado con el Todopoderoso por no haber sido él quien tradujera en el pentagrama su voz celestial, ocupa gran parte de su tiempo en desprestigiar al que considera su archirrival. Para Emilio C. García y Santiago Sánchez, en su Guía histórica del cine, Salieri “es un villano lleno de matices; sabe ser despreciable, pero en el fondo sufre por su medianía”.
16 - El Terminator, Arnold Schwarzenegger, en Terminator (1984), de James Cameron.
Proveniente del año 2029, este temible cyborg es enviado al pasado (1984) por sus superiores, quienes han esclavizado a la raza humana, excepto a un grupúsculo de rebeldes. Su misión es acabar con una camarera que en un futuro será la orgullosa madre del líder de los revoltosos. De acuerdo con Rodríguez, “la peculiaridad de villanos como éste es que no reconocemos en él emociones humanas, y por eso nos parece tan perturbador”.
15 - Peyton Flanders, Rebecca DeMornay, en La mano que mece la cuna (1992), de Curtis Hanson.
Su conducta desprestigia el oficio que tantas mujeres realizan con dulzura. Después del suicidio de su marido y de la pérdida de su primogénito, el deseo de venganza contra quienes considera culpables de su desdicha la impulsa a cometer atrocidades. Emilio C. García y Santiago Sánchez, en su citada obra, consideran que “la personificación de Flanders hizo de esta cinta la más taquillera del año”.
14 - Don Pilar, Miguel Inclán, en Nosotros los pobres (1947), de Ismael Rodríguez.
Vicioso y desobligado, el padrastro de La Chorreada se apropia, frente a la impávida mirada de su desvalida consuegra, del dinero que con mucho esfuerzo ha logrado reunir su futuro yerno. Intoxicado, irrumpe en el hogar de Pepe El Toro y arremete contra el cuerpo inerte de la infeliz viejecita. Rodríguez observa en Don Pilar a “un ser monstruoso que pisotea uno de los valores más acendrados de la cultura mexicana: la veneración materna”.
13 - Roy Batty, Rutger Hauer, en Blade Runner (1982), de Ridley Scott.
Pertenece al grupo de replicantes ultraperfeccionados Nexus 6. Poseedor de reacciones típicamente humanas, trata de burlar el destino que sus creadores le tienen reservado. Es fuerte, inteligente y extremadamente ágil, pero su fecha de caducidad cada vez está más cerca. Salvador Franco, articulista de cine del periódico El Universal, observa en este autómata “una máquina que ha desarrollado sentimientos humanos que lo llevan a luchar por su supervivencia y la de sus semejantes”.
12 - Hal 9000, Hal 9000, en 2001: odisea del espacio (1968), de Stanley Kubrick.
Hal es el cerebro de la mítica nave espacial del clásico de Kubrick, y cuenta con rasgos humanos: le falta madurez para aceptar sus errores y no tolera ser excluida de las conversaciones, prefiere continuar el trayecto sola, y asesina a cuatro de los cinco pasajeros. A pesar de sus súplicas, el único sobreviviente la desconecta. Para Sánchez, esta supercomputadora “parodia las actitudes negativas de los seres humanos, al ridiculizar la pretensión de ser más inteligente para someter a los demás”.
11 - Cora Smith, Lana Turner, en El cartero siempre llama dosveces (1946), de Tay Garnett.
Una mujer joven y bella no tiene por qué vivir con un viejo tacaño, y hasta resulta comprensible que busque la forma de eliminarlo para quedarse con su dinero, pero ¿por qué tenía que poner los ojos en un vago sin oficio ni beneficio? La señorita Smith es una femme fatale con espíritu de progreso; posee ambición, sangre fría y astucia para salir adelante, desgraciadamente la lujuria se convierte en su perdición. “Cora es un personaje siniestro y con una fuerte carga erótica, su motivación es simplemente la ambición”, considera el especialista Rodríguez. Toda una mujer.
10 - John Doe, Kevin Spacey, en Seven (1995), de David Fincher.
El fervor religioso de este sofisticado homicida lo ha estimulado a asumir la mesiánica tarea de instruir a la humanidad con base en los siete pecados capitales; para lograr su objetivo, busca lecciones ejemplares que no dejen la menor duda de que incurrir en ellos conduce a la perversión del alma. Según Jorge Ávila, crítico de la revista Cinemanía, el asesino anónimo de este filme “es un tipo con procesos mentales complejos, que aspira a ser una especie de iluminado, pero esta actitud sólo responde a la mala imagen que tiene de sí mismo”.
9 - Catherine Tramell, Sharon Stone, en Bajos instintos (1992), de Paul Verhoeven.
Su único defecto es el estilo poco convencional que tiene para concluir sus encuentros sexuales. Se le cargan varios muertitos, pero ha desarrollado estrategias candentes para salir triunfante de los interrogatorios policiacos. Luego de una brillante trayectoria criminal, decide retirarse y procrear muchos hijos. Joaquín Rodríguez concibe a esta asesina como una “de las mejores malvadas de los últimos años… entre otras cosas, por su inteligencia y sensualidad maquiavélicas”.
8 - Alex de Large, Malcolm McDowell, en Naranja mecánica (1971), de Stanley Kubrick.
Ultraja a una mujer frente a su marido, y comete un asesinato por el que lo encarcelan. Cuando se somete a un tratamiento para reprimir su propensión a cometer actos ruines, su vida se torna amarga, hasta que cae en manos de unos especialistas que le devuelven la alegría a su existencia: la violencia y Beethoven. De Large es lo que Nelson Carro, crítico del semanario Tiempo Libre, ha definido como “villano angelical”; es decir, “un malhechor con apariencia carismática o inocente… la maldad encarnada en su opuesto”.
7 - Norman Bates, Anthony Perkins, en Psicosis (1960), de Alfred Hitchcock.
El dueño del oscuro y solitario Bates Motel pasó a la posteridad por introducirse en la ducha de una clienta forajida para asesinarla de varias puñaladas, aunque también se le reconoce la maestría con la que disecó a su querida madre; el personaje que le dio fama mundial a Perkins, inspirado en el serial killer Ed Gein, practica el travestismo, por lo que hay que alejarse cuando aflora su doble personalidad. Sánchez cree que este psicópata es “paradigmático, porque su conducta criminal está justificada por un trauma psicológico, un rasgo destacable en el cine de los años en que se realizó”.
6 - Alex Forrest, Glenn Close, en Atracción fatal (1987), de Adrian Lyne.
A esta dama no le resulta fácil aceptar que la rechacen, sobre todo cuando ha puesto todo su empeño para que suceda lo contrario. Tras haber vivido un cálido fin de semana con un desventurado abogado, cuyo único pecado fue buscar en ella el refugio que calmara su ánimo exaltado, se vuelve peligrosamente obsesiva. Sobre la desquiciada Alex, Emilio C. García y Santiago Sánchez comentan que “representa un modelo negativo que vulnera los valores de la sociedad estadounidense de la época”.
5 - Jack Torrance, Jack Nicholson, en El resplandor (1980), de Stanley Kubrick.
¿A quién, que se considere sensato, se le ocurre que puede vivir de la escritura? Estamos seguros de que con una adecuada orientación vocacional, este pobre hombre no estaría desempleado ni tendría que aceptar la chamba de gato en un hotel maldito. Ernesto Sánchez afirma que la característica que distingue el papel de Nicholson es “su villanía caricaturesca, ya que sus motivaciones sobrenaturales para hacer el mal le podrían resultar divertidas al espectador”.
4 - Darth Vader, David Prowse (cuerpo)/ James Earl Jones (voz), en La guerra de la galaxias (1977), de George Lucas. Anakin Skywalker fue esclavo hasta los nueve años, Qui-Gon Jinn reconoció su fortaleza y Obi-Wan Kenobi lo entrenó en las estrictas artes del caballero Jedi. Seducido por el lado oscuro de la Fuerza, Anakin se convirtió en discípulo de Palpatine, y luego en uno de los seres más temidos y odiados de la galaxia. Salvador Franco asegura que el “atributo más destacable en Darth Vader es el misterio, la oscuridad de su atuendo y la máscara que le cubre el rostro todo el tiempo, caracterizándolo simbólicamente como un ser impenetrable”.
3 - Michael Corleone, Al Pacino, en El padrino II (1974), de Francis Ford Coppola.
El nuevo jefe de los Corleone continúa la tradición que su familia ha desarrollado para hacer negocios. Ahora, más fogueado, sabe cuál es la mejor manera de expandir sus divisas, y no duda en utilizarla cuando la situación lo amerita. Sánchez opina que “se gana la simpatía del público porque, aunque ordena el asesinato de su hermano, sus acciones se orientan a defender el honor de la familia”.
2 - Hannibal Lecter, Anthony Hopkins, en El silencio de los inocentes (1991), de Jonathan Demme.
Por su refinamiento y erudición, resulta difícil creer que este psiquiatra tenga hábitos alimentarios tan extravagantes. Después de alternar exitosamente la terapia clínica con su actividad de psicópata caníbal –su verdadera pasión–, funge como asesor de la policía. Para Ayala Blanco, en psicópatas como Lecter “la empatía se da porque reconocemos en ellos características con las que nos identificamos salvajemente”.
1 - Conde Orlock, Max Schreck, en Nosferatu (1922), de F.W. Murnau.
Es la figura emblemática de la maldad; la fatalidad y muerte que deja a su paso, aunadas a su lúgubre apariencia, son elementos que nos persuaden de su particular naturaleza. Desde el punto de vista de Franco, la figura del monstruo de Murnau “tiene una carga emocional muy fuerte, y es importante porque marca el inicio del cine de vampiros; todo lo que hace es tétrico, y el simbolismo con lo oscuro es muy claro”. Es el más feo, el rey de los villanos.
Y que les pareció la lista, yo se que hay muchos otros villanos que merecieron ser mencionados, pero estos son los que creo mas emblemáticos dentro del cannon del villano, ustedes que dicen.
3 comentarios:
Muy buena lista, debo reconocer el buen gusto cinéfilo que tienen aunque por ahi faltaron algunos como "Christian Bale" en "Psicopata Americano" y Arnold en "Terminator" como que no va, en dado caso seria mejor poner al "T-1000" ese si da miedo, tambien falto "eso" (IT) de Stephen King, y la muñeca de "Vacaciones de terror" con "Pedrito Fernandez"... heheheh solo bromeaba, es dificil darle gusto a todos, pero muy buen aporte... :)
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