Que te puedo decir, simplemente este es el mejor de todos los salmos que he escuchado, en una cuantas lineas de define la grandeza del señor, checalo, te aseguro que no me dirás lo contrario.
Salmo 23
El Señor es mi pastor, nada me falta;
en verdes pastos él me hace reposar
y a donde brota agua fresca me conduce.
Fortalece mi alma, por el camino del bueno me dirige
por amor de su Nombre.
Aunque camine por el valle de la muerte,
no temo ningún mal,
porque tú Señor estás conmigo,
tu vara y tu callado me dan seguridad.
Me sirves la mesa frente de mis enemigos,
con aceite perfumas mi cabeza
y llenas mi copa hasta los bordes.
Me acompaña tu bondad y tu favor
mientras dura mi vida;
mi mansión será la casa del Señor
por largo, largo tiempo.
El Salmo 23 nos da un enorme consuelo y fuerza. Me asombra la manera como personas de todo tipo se acuerdan de estas palabras en tiempos de crisis y dolor. Casi siempre guardamos este Salmo para los momentos de apuros y aflicciones. Hace algunos años, un amigo me preguntó: "¿Por qué? ¿Por qué solamente escuchamos este Salmo durante un funeral? ¿Por qué no lo escuchamos también en los tiempos felices?". Recordemos que el señor siempre está ahy, esperando que nosotros seamos los que vayamos a él y le digamos ¡Padre, necesito de ti!, les aseguro que siempre nos escucha.
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